lunes

Los chanchos de Miranda

“No comento”; “no me hable compadre, que estoy hasta la coronilla” o simplemente un gesto críptico en referencia a un “no”. El intento de extraer veredictos de los “micreros” acerca de los abusos de los cuales ellos son objeto a diario, se presentó como una labor complicada. Con ácidas críticas hacia el sistema de transporte público santiaguino, Transantiago, los trabajadores involucrados en la mantención y funcionamiento de éste racionan sus opiniones cuidadosamente.

La cantidad de pasajeros que utilizan la “Línea 1”, es aproximadamente igual a la de las otras tres líneas juntas. “Tobalaba” es una de las estaciones del Metro con mayor flujo de pasajeros diarios. Además de formar parte de dicha Línea, también es el destino final de la Línea 4. La superficie de esta estación, el cruce entre las avenidas Tobalaba y Providencia, tiene adicionalmente dos paraderos para abastecer la progresiva demanda de microbuses. Junto al creciente número de usuarios del Metro, también han aumentado los casos de agresión verbal y física en los microbuses y a sus choferes. Es acá donde trabaja Esteban Miranda.

Con una carpeta en la mano y un lapicero marca “Bic” en la otra, Esteban Miranda, Inspector del paradero de buses “Tobalaba con Providencia”, se encuentra analizando números y horarios. Son las dos de la tarde y se desplaza entre las decenas de pasajeros que han salido del Metro y, con rostros que denotan su molestia, tienen pensado abordar la siguiente micro que pase. “Mire amigo, lo más importante es el público. El público define el viaje” dice éste. , Miranda se desliza entre los pasajeros quienes, al ver un pequeño vehículo de la línea C06, enfilan hacía sus puertas para abordarlo. Desafortunadamente, el micrero no ofreció una respuesta verbal a la pregunta “¿ha tenido problemas con el público?”.

“No te preocupes, la mayoría ya está media cabreada. Te repito, el público define el viaje. Si te tocan peleadores, vas a tener problemas. Si te tocan tranquilitos, va a ser fácil”
asegura Esteban Miranda, que luego se despide del siguiente microbús que pasa. Finalmente se retira diciendo “Ven a las siete. Ahí queda la tendalá’ con los ‘chanchos’”. Así termina la conversación, sin explicaciones acerca de qué o quiénes eran los “chanchos”.

Son las siete y media de la tarde y la lluvia obliga a los pasajeros a refugiarse bajo del paradero “Tobalaba con Providencia”. La fila de personas ha crecido aún más y el paradero parece ahora más pequeño. Los micreros siguen igual de cooperativos que al mediodía, pero sin embargo, sus gestos corporales ahora varían entre “no me molestes” y “no me provoques”. Es el “Horario Peak”. “A esta hora ya están cabreados los micreros, especialmente con los chanchos”, dice el Jefe de Seguridad, Marcelo Gatica, que se encuentra parado en el lugar del Inspector Miranda. “Sí, anda a Baquedano mejor, ahí están los problemas”, añade Carolina Reyes, Monitora de la estación Tobalaba. En ese momento llega otro vehículo de la línea C06, con Esteban Miranda arriba de él. Integrándose a la conversación agrega “Si pue’, de repente te pueden mandar un puro coscacho. A veces te tiran un vidrio”. ¿Quiénes?, les pregunto. Los tres y otro guardia de seguridad que, aparentemente, había presenciado la conversación desde el otro extremo del paradero, responden: “Los ‘chanchos’, los de la construcción. Es la jerga de los micreros”. Así, deciden finalmente destacar las estaciones con mayor tensión entre los choferes y la facción de los “chanchos”, Baquedano y Pajaritos, siendo éstas las más controversiales, según ellos. Despidiéndome de los cuatro, reiteran casi simultáneamente lo dicho por el Inspector: “el público define tu viaje”.


Comentario para el profesor Alfredo Sepúlveda: El blog de Dagoberto Flores es http://dagobertofloresv.blogspot.com/

3 comentarios:

Alfredo Sepúlveda dijo...

1. Aquí hay una historia, y una muy interesante.
2. Fíjate que lo más importante, "los chanchos", lo pusiste al final. Creo que hiciste un relato del tipo "lo que me pasó a mí", lo que no está del todo mal, porque al menos es algo reporteado. Pero no es algo periodístico.
3. Tu historia empieza de verdad en el tercer párrafo. Los dos primeros pudiste haberlos resumido para dar contexto al principio.
4. Lo que hay que hacer es dar vuelta esta historia: hay que hablar más de los chanchos y debes intentar ver con tus ojos algún tipo de relación o intercambio entre estos "chanchos" y los choferes, y describirlo. Eso debería ser la partida de tu historia.

Dominic Bustos dijo...

Ley del hielo para ti

:(

Daniela A. dijo...

Aqui se ve el lado de los funcionarios del Transantiago, algo parecido a mi historia.
Esta muy bien estructurada.

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